Todo aconteció en dos minutos. Unos disparos alcanzaron al expresidente de Estados Unidos y candidato a la Casa Blanca, Donald Trump, mientras pronunciaba este sábado un discurso en un mitin en Pensilvania. Como consecuencia se tiró al suelo, su equipo de seguridad se apresuró a socorrerle y le trasladaron a un centro médico local. Cuando se puso en pie, las primeras palabras que pronunció fueron: "Déjame coger los zapatos".
El sonido captado por el micrófono del atril reveló la conversación entre Trump y los miembros del Servicio Secreto que se desplazaron rápidamente hasta el escenario, después de que un joven de 20 años apostado en un tejado tratara de asesinar al expresidente estadounidense.
En el momento en el que el candidato republicano termina de pronunciar la frase "mira lo que pasa" de su discurso, se producen tres tiros y, en el segundo, es cuando se lleva la mano derecha a su oreja diestra. A la misma vez, se escucha vociferar "agáchate" a uno de los guardaespaldas, que en tres segundos llega a la posición central del escenario.
Cuando cesan los disparos, uno de los agentes pregunta en voz alta si está preparado y le indica que le van a sacar de allí: "Vamos a movernos". Otro exclama que "las escaleras están listas" y la cámara muestra a otros agentes con rifles de asalto alrededor del escenario listos para actuar.
Tras escuchar que el tirador ha sido abatido, los miembros de seguridad levantan al expresidente, al que se le oye decir en repetidas ocasiones: "Déjame coger los zapatos". De este modo, Trump se levanta despeinado y con sangre en la cara, pidiendo de nuevo que le dejen coger sus zapatos.
Los agentes forman un círculo alrededor de su persona para trasladarle a un centro médico, pero él se detiene y se dirige a uno de ellos para pedirle que espere. Inmediatamente, levanta su puño derecho clamando la palabra "pelea" tres veces, que desencadena los aplausos y la ovación del público presente, y termina marchándose entre un coro que repite al unísono: "¡U.S.A!".
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